Publica Tu Cuento: Inerte

Nombre*:Marta Peña
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Género*:Microrrelato
Título*:Inerte
Cuento*:Mi cuerpo estaba tendido en el suelo, un suelo frío duro pero no incómodo me notaba tapada con algo, solo quedaba al descubierto mi cabeza mi rostro, ni mi cabeza ni mis pies sobresalían de aquella esterilla. No sé si me veía desde un punto situado en aquella oscura sala o simplemente descansaba dentro de mí. Percibía un olor intenso, fuerte pero muy agradable, supongo que a incienso . Creo que si lo hubiese intentado podría moverme, pero no lo hice me deje estar, a lo lejos oía una voz cálida, como si me guiarán una meditación. Escuchaba mi propia respiración, era calma, suave, de cabeza a pies y de pies a cabeza. Ya había experimentado antes esta sensación de hecho ahora que lo pienso soy una buena meditadora incluso me considero una buena yogui, por lo tanto no me siento fuera de lugar es más me siento cómoda. No sabía qué hora era incluso había perdido tanto la noción del tiempo que no sabía si era de día o de noche, al contrario que otras veces mis pensamientos no se dispersaban no se iban a pensamientos tales como...que haré de cena o trabajo mañana? Estaba tan en paz que realmente me daba lo mismo solo quería estar allí tendida cómoda. Solamente pensar en desperezarme, recoger la esterilla ,calzarme y salir a la fría calle, caminar hacia el coche cruzándome el abrigo para no sentir frío en el pecho intentando que no se me cayera la esterilla o la bolsa de deporte ... Solamente pensar en ello me causaba pavor. Quería seguir allí tendida e inerte sintiendo la espalda en la esterilla pegada al suelo ,mis manos notando esa suave manta. No quería que llegará el momento del sonido del gong porque eso significaba el final de mi agradable situación.
Porque esta vez no me había costado tanto el introducirme en aquella profunda relajación?
Es increíble lo que me cuesta relajarme, siempre se disipan mis pensamientos o acabo pensando en si dejé el fuego encendido o sí otra vez había aparcado el coche en zona amarilla, de vez en cuando pensaba que solamente iba allí para escapar de casa.
El tiempo pasaba y el gong no sonaba, qué maravilla!!! no sabía el tiempo que me quedaba pero quería disfrútalo al máximo. Y si mientras estaba allí postrada imaginaba mi propia muerte? Me harían un funeral? Yo siempre he manifestado el deseo de que no lo hicieran, pero si hubiesen hecho caso omiso a mis deseos quien hubiese venido a despedirme? Mientras nadie viniera a quitarme lo bailao.... toda mi vida he tenido miedo a la muerte quizás por qué no me permití el realizarme del todo "cuando en esta vida has hecho todo lo que tocaba no tienes miedo a morir"
Aún no toca el gong, ni toca...ni tocará.
Marta Peña.

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